Esta pregunta se la he oído decir a muchos de mis pacientes y no sólo a ellos sino a casi todo el mundo que, manteniendo una conversación conmigo, se enteran de que soy fisioterapeuta siendo su reacción prácticamente inmediata: «tócame aquí que tengo un dolor desde hace mucho tiempo y …», «no podrías hacerme algo aquí que me duele desde …», «pues desde que me caí tengo un dolor en la espalda que sólo se me pasa cuando tomo tal medicamento …».
Lamentablemente somos de acordarnos de santa bárbara cuando truena.
Cuidamos más, estamos más pendientes de nuestros coches que de nosotros mismos … y vamos a aprovechar ésta analogía para el desarrollo de las próximas notas.
A nadie se le escapa que para mantener un coche en perfecto estado de mecánica hay que llevar unos mantenimientos más o menos programados: que si a tantos kilómetros hay que cambiar el aceite, los filtros, las pastillas de frenos … que si con tantos años hay que cambiar tal o cual cosa … en definitiva, estamos pendientes (muy pendientes diría yo) de mantener el coche de la mejor manera para que la inversión nos dure mucho tiempo y en perfecto estado.
Sin embargo, en lo que a nosotros mismos se refiere, a nuestro mantenimiento físico, psíquico/mental, espiritual no estamos tan pendientes.
Vivimos en la era de las prisas y cuándo tenemos algún dolor o impedimento que nos limita en nuestro día a día queremos que éste ceda casi de manera inmediata.
Recordar que el dolor es un mecanismo de alarma del cuerpo que nos avisa de que algo no está funcionando como debe y, en general, optamos por anular la alarma, ocultar el dolor, pensando así que solucionamos el problema … nada más lejos de la realidad …
La Confederación Mundial de la Fisioterapia (W.C.P.T.) realiza la siguiente definición de La Fisioterapia, que fue suscrita por la Asociación Española de Fisioterapeutas (A.E.F.) en 1987: «La Fisioterapia es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud».
Llegados a éste punto echo en falta una cosa: la Educación en Salud.
Lamentablemente los ciudadanos no saben cuándo pueden/deben acudir al fisioterapeuta salvo aquellas personas que han pasado por un servicio de rehabilitación tras una intervención quirúrgica, o han tenido algún accidente: tráfico, laboral …, o aquellas que vienen del deporte, o por patologías que han requerido o requieren de rehabilitación continuada … para el resto la fisioterapia es relativamente desconocida y me baso en mi experiencia clínica y en los muchos y variados corrillos con compañer@s en los que hablamos de ésto.
Me gustaría hacer llegar al lector la idea de que La Fisioterapia no está únicamente para alguno de los supuestos descritos anteriormente más bien quisiera que calara la idea de que se vea cómo una gran herramienta de prevención.
Nuestro estilo de vida, las posturas que adoptamos (tanto en forma como en tiempo), los movimientos repetitivos, el uso de las “nuevas tecnologías”, el sedentarismo …acaban repercutiendo en nuestro soma, en nuestro cuerpo, apareciendo los típicos dolores musculoesqueléticos y osteoarticulares: lumbalgias, ciáticas, túnel carpiano, dolores de cabeza, dolores de cuello, bruxismo, adormecimiento de manos, dedos, en fin … y todas éstas dolencias y muchas más entran dentro del ámbito de actuación de La Fisioterapia.
Los fármacos suelen actuar sobre el síntoma (aliviando el dolor, por ejemplo) pero La Fisioterapia va a la causa.
El cuerpo siempre busca adaptarse a las circunstancias, exigencias del día a día y ésta adaptación siempre es mejor cuánto más flexibles y relajados estamos algo que, lamentablemente, cada día se hace más difícil por nuestro ritmo de vida y no sólo en adultos …
En mi caso veo a mis pacientes de manera individualizada y procuro explicar el porqué de los dolores o molestias que sufre la persona que viene a consulta tras una anamnesis (recogida de datos) lo más exhaustiva posible, indicando que abordaje vamos a realizar y que debería hacer en casa.
A modo de resumen indicar los dos grandes supuestos para acudir al fisioterapeuta:
– Para RECUPERAR el estado de salud musculoesquelética y osteoarticular.
– Para MANTENER el estado de salud musculoesquelética y osteoarticular.
Y para ello tenemos un gran arsenal de herramientas para conseguir el o los objetivos que se marquen en cada caso desde el archiconocido y eficaz masaje pasando por métodos de reeducación postural, métodos mínimamente invasivos, etc.
Cada uno de nosotros es el responsable de su cuerpo, de cuidarlo, de mimarlo, de escucharlo y de atenderlo … y cómo si de un coche se tratara habría que tratarlo llevando un mantenimiento lo más correcto posible que, de alguna manera, nos asegure el mayor bienestar dentro de nuestras posibilidades.